Tema 28. Fármacos indicados en los trastornos del ritmo cardíaco: antiarrítmicos.

 

Los antiarrítmicos forman un grupo de fármacos muy diferentes entre sí con la característica común de suprimir o bloquear las alteraciones del ritmo cardiaco. Estas alteraciones son el resultado de alteraciones en la génesis (automatismo), o en la activación del impulso (conducción o reentrada). Las anomalías pueden ser producidas o por cambios en los canales iónicos, o por alteraciones anatomo-funcionales.

 

No todas las arritmias requieren tratamiento y no todas las que lo requieren se tratan con antiarrítmicos. Cada antiarrítmico es especifíco para un determinado tipo de arritmia pudiendo incluso estar contraindicado en otros tipos. Por este motivo, a la hora de establecer un tratamiento con estos fármacos es vital filiar adecuamente la arritmia del paciente para ofrecer el mejor tratamiento posible. 

 

Debido que los antiarrítmicos forman un grupo muy heterogéneo, la clasificación de estos fármacos es compleja. La clasificación más utilizada es la que relaciona los efectos electrofisiológicos básicos y los mecanismos antiarrítmicos y fue propuesta por Vaughan Williams a quien deben su nombre. 

La clasificación de Vaughan Williams agrupa los fármacos en cuatro grupos:

 

• Grupo I: en este grupo. Se subdivide a su vez en tres grupos: 

   - Grupo Ia: los fármacos más representativos son la quinidina, procainamida y disopiramida.

   - Grupo Ib: el fármaco prototipo es la lidocaína.

   - Grupo Ic: incluye fármacos como la propafenona o la flecainida.

• Grupo II: son fármacos que actúan bloqueando los receptores β-adrenérgicos.

• Grupo III: el fármaco más representativo de este grupo es la amiodarona.

• Grupo IV: fármacos que actúan sobre los canales del Ca++ voltaje dependiente.

 

Todos los antiarrítmicos pueden presentar interacciones importantes que afecten a sus efectos o a los efectos de otros fármacos por lo que antes de asociar cualquier tratamiento debe descartarse la posibilidad de interacciones.