Tema 43. Antimicóticos o fármacos indicados para las enfermedades fúngicas.

Las infecciones fúngicas (micosis) son infecciones causadas por hongos, que son células eucariotas no móviles. Por lo general afectan a la piel o mucosas y suelen ser de escasa gravedad salvo en casos de inmunosupresión o si consiguen acceder a la circulación sistémica, en cuyo caso pueden resultar fatales.

 

Hay dos grandes grupos de fármacos antifúngicos:

 

1.  Antibióticos antimicóticos.

Son sustancias naturales que son eficaces para impedir la proliferación de los hongos o para provocar su muerte. Los más utilizados son:

 

La anfotericina B es una mezcla de sustancias antifúngicas obtenidas de cultivos de Streptomyces. Se trata por lo tanto de un antibiótico poliénico cuyo sitio de acción son las membranas celulares de los hongos en las que cambia la permeabilidad mediante la creación de grandes poros, lo que termina por producir la muerte celular por desequilibrios electroquímicos. 

 

La nistatina o fungicidina es otro antibiótico poliénico de estructura similar a la anfotericina y con el mismo mecanismo de acción. 

 

La griseofulvina es obtenida de cultivos de Penicillium griseofulvum y tiene un espectro reducido. Su mecanismo de acción es interferir en la mitosis y se utiliza para el tratamiento de dermatofitosis. 

 

Las equinocandinas se basan en la estructura de la equinocandina B que se encuentra de forma natural en A. nidulans. Actúan destruyendo la pared celular de los hongos. 

 

2.  Antimicóticos sintéticos.

Son un grupo de fármacos sintéticos con un amplio espectro de actividad. Se denominan azoles. Inhiben la enzima responsable de la formación de ergosterol, uno de los componentes principales de las membranas celulares micóticas, como consecuencia alteran la membrana y producen una inhibición de la replicación. 

 

Los más utilizados son:

El Ketoconazol fue el primer azol que se pudo administrar por vía oral para el tratamiento de la micosis sistémica. Aunque es eficaz frente a distintos tipos de hongos es tóxico y son frecuentes las recaídas.

 

El Fluconazol se puede utilizar por vía intravenosa u oral con buena absorción. Se utiliza en el tratamiento de la meningitis micótica. 

 

Itraconazol es activo frente a muchas dermatofitosis.

 

Miconazol: Se administra por vía tópica para infecciones bucales y digestivas.