prescripciónenfermera.com

Tema 3. Los pilares de las Prácticas Basadas en Evidencias

Analicemos la situación:

  • Hacer las curas como siempre: dado que no se están obteniendo los resultados deseados en el paciente, esta no parece ser la mejor opción. Si seguimos aplicando la misma intervención ineficaz en un paciente le estamos privando de unos cuidados de calidad. Puede que ante este argumento surja la respuesta “es que no hay otra cosa que se pueda hacer…” pero esta afirmación solo se debería hacer después de haber explorado la posibilidad de otras intervenciones y después de la evaluación de nuestra propia intervención. ¿Qué criterios estamos utilizando para realizar la cura? ¿Cuáles son los criterios que los expertos han establecido en casos como el de mi paciente?...
  • Cambiar técnica y/o materiales de cura en función de los resultados que observemos: Utilizar nuestro juicio clínico para ir cambiando de estrategia de cura es adecuado siempre y cuando no se realice de manera infundada (“ahora utilizo este apósito y si no va bien utilizo el otro… o el otro… hasta que acierte”. Esto suena a ensayo error). Desde luego que el conocimiento del paciente y la experiencia acumulada ayudarán a tomar una decisión en cuanto a esta intervención, pero hacerlo de manera meramente experimental puede no producir los efectos deseados y además es probable que genere recelo en el paciente por los cambios constantes si no se acompañan de una evolución favorable. ¿Y qué ocurre si otro profesional tiene que realizar esa cura en esa paciente? ¿Coincidirán sus criterios con los de la compañera?.
  • Pedir consejo: acudir a alguien experto es una buena solución y para solventar una situación concreta puede ser la solución más fácil y efectiva. Pero tengamos presente que las enfermeras convivimos con un umbral de incertidumbre que nos obliga a tomar decisiones con regularidad… ¿Tenemos siempre a mano a un experto al que consultar? Tal vez no, pero lo que sí que tenemos a nuestra disposición es la información, las evidencias, las investigaciones que se han realizado al respecto. Esta información con frecuencia está organizada en forma de protocolos, guías o vías clínicas. Debemos intentar ser autónomos en la medida de lo posible y para ello es necesario que sepamos encontrar respuesta a nuestras dudas.
  • Hacer una búsqueda bibliográfica: seamos realistas… No se puede hacer una búsqueda bibliográfica exhaustiva de cada tema en el que tengamos dudas. Tenemos que pensar que probablemente esta duda ya haya sido planteada por alguien y que es posible que además de estudios ya se hayan realizado revisiones documentales sobre el tema. Si sabemos dónde localizar esos resúmenes tenemos mucho camino andado. Por eso es interesante que cada uno conozcamos en nuestro entorno los recursos a los que tenemos acceso: bancos de evidencias, bibliotecas virtuales, protocolos basados en evidencias, guías de práctica clínica, repositorios…
  • Derivar a otro profesional: en ocasiones los problemas se escapan de nuestras competencias con lo que trabajamos de manera multidisciplinar con el resto del equipo de trabajo. Pero enfermería es responsable de los cuidados de sus pacientes y mientras entre dentro de nuestras competencias debemos procurar proporcionar esos cuidados de manera segura.


Suscríbete a nuestro Boletín

Recibe en tu correo todas las novedades y noticias de Prescripcionenfermera.com

Estoy de acuerdo con la Política de privacidad y Cookies